¿Qué es la Obra Espiritual?

Jehová Dios creador del Universo, inicio la creación de espíritus divinos. El primer espíritu que creó fue el de Jesús su unigénito hijo, revistiéndolo de gracia y de atributos divinos; la misión que le dio fue de preparar a sus hermanos como un Maestro para empezar a despertar su entendimiento. El segundo espíritu sería el de María como la madre universal de todas sus criaturas, para darles consuelo, amor y ternura. El tercero sería el de Elías, él serviría como Guía y Pastor, impartiendo la enseñanza de su Dios y Creador a todos los espíritus desencarnados, esta sería la misión de estos tres espíritus divinos.

La Obra Espiritual es una fuente de sabiduría donde el hombre puede encontrar respuesta a sus preguntas, tan incomprensibles como puedan ser, gracias al mundo espiritual que se manifiesta para dar respuesta.

En esta Obra se encuentra la manifestación divina de Jesús Nuestro Señor, de Elías, de María y de Jehová nuestro Dios y creador por medio del entendimiento del hombre, la mujer y el niño. Quizás es difícil aceptar que un espíritu divino pueda manifestarse de esa manera, dada nuestra condición humana, puesto que en todos hay pecado, por ello se podría dudar de que realmente sea verdad. 

Habría que apartar de nuestra mente la duda y dar cabida a la posibilidad de que sea así, porque para Dios no hay nada imposible, no hay nada que no pueda hacer. ¿Qué otro medio podría existir para que Jesús nuestro Maestro pudiera darnos su palabra?, si no hay un hombre justo en este mundo, el único que existió le dimos muerte en la cruz. 

Servirse de nuestro entendimiento es una gracia que Jehová nuestro Dios le concedió a Jesús su hijo amado, para ser con sus hermanos en espíritu y en verdad, porque como hombre no volverá nunca más a la tierra.

La capacidad de poder servir como portavoz para la palabra divina deriva de una actividad primordial dentro de la Obra Espiritual, esta actividad requiere de una preparación por parte de la persona que desea servir a nuestro Dios, la cual depende de la disciplina y amor que uno tenga por nuestro creador. Esta actividad la podemos describir como tomar el banquillo y elevar el espíritu. Dentro de nuestro templo se preparan mis hermanas y hermanos, poniendo sus manos sobre su regazo, cerrando sus ojos y concentrando su mente para pedir a Jehová que permita a su espíritu elevarse, después de hacer su pedimento deben apartar de su mente cualquier pensamiento y mantener la concentración.

De esta manera, es que uno puede empezar a elevar su espíritu para entrar en comunión con Dios y sus espíritus divinos, cualquiera es libre de prepararse para servir dentro de nuestro templo, su progreso dependerá de la sensibilidad de su espíritu, la capacidad que tenga de educar su mente para concentrarse y poder elevar su espíritu; y principalmente del amor que sienta por Dios.

¿Una aparición de su espíritu divino, sería suficiente para cambiar nuestra manera de ser? Seguramente no, pero una palabra podría tocar la fibra más sensible de nuestro corazón, al escuchar lo que nuestro Maestro y Señor nos quiere hacer comprender, para enmendar nuestro camino con respecto a nuestros padres, hermanos e hijos, para hacer de nosotros hombres y mujeres de buena voluntad y que haya amor entre unos y otros.

Esto es lo que Jesús Nuestro Señor quiere para toda la humanidad de este mundo y su palabra se dejará sentir en todos sus hermanos, la escucharán en todas las lenguas y dialectos hasta el rincón más apartado del mundo.

Sin embargo, este cambio podría tomar años, tal vez sean siglos o milenios, pero llegará el día en que la humanidad vuelva a tener un solo camino y un solo Dios.

¿Cómo empezó la obra espiritual?

Clavado en la cruz, Jesús pedía a su eterno padre volver con sus hermanos, ya no nacer nuevamente, sino materializarse con ellos como lo hizo tres días después de su crucifixión, que pudieron verlo, oírlo y tocarlo, pero Jehová no se lo concedió, porque sabía que volvería el hombre a crucificarlo.

Jehová tenía algo para su hijo, que un instante llegaría, en sus designios divinos estaba darle al hombre su obra espiritual por la cual se presentaría la segunda venida de Jesús en espíritu y en verdad, manifestándose por medio del entendimiento del hombre la mujer y el niño.

Para esto envió a encarnar a una de sus criaturas que llegaría a ser el primer portavoz por el cual se manifestaría el espíritu divino de Elías, para implantar la obra espiritual, en lo que hoy es la ciudad de México, por conducto de Roque Rojas, un hombre hasta cierto punto culto por la educación que recibió del dueño de la casa en donde servían sus padres.

Al morir su padre en un accidente al caer de una escalera, el patrón que sentía aprecio por esa familia se hizo cargo del pequeño Roque, y empezó a educarlo enseñándole a leer y escribir. Al no tener a nadie más en su vida lo acogió como su hijo, ya de joven le daba a leer sus libros y lo cuestionaba sobre lo que había leído.

Su ahora tutor tenía amistad con cuatro amigos con los cuales se reunía una vez por semana para dialogar sobre distintos conceptos, ellos tenían hijos casi de la misma edad de Roque, pero no había comunicación entre los jóvenes, en un cumpleaños el tutor de Roque quiso que hubiera un acercamiento y pudieran reunirse los hijos de sus amigos para presentarles a Roque y se dieran cuenta que su ahora ahijado, formaba parte de su familia y lo considerarán como tal para integrarlo en las reuniones.

Tres años después fallece el tutor de Roque dejándole su casa y sus bienes, las reuniones continuaron y la relación que mantenían los padres la continuaron sus hijos, uno de ellos tenía una hermana con la cual Roque tuvo un romance, al querer formalizar la relación ella se negó, porque padecía leucemia y años después murió.

En las reuniones que tenían hubo una ocasión en una tarde de 1865 en que Roque se quedó dormido y empezó a hablar, de manera distinta pero comprensible, sobre conceptos espirituales que a ellos les sorprendió y los hizo sentir algo profundo en su ser, no se explicaban como es que hablaba dormido, cuando el despertó le hicieron saber que el espíritu de Elías había hablado a través de él. Lo que escucharon lo comunicaron a sus padres y ellos quisieron ir a ver lo que sucedía cuando Roque hablaba dormido.

Así en otra reunión esperaron que se repitiera lo sucedido anteriormente, Roque comenzó a dar la palabra de Elías cuando se encontraba en ese estado dormitando, la palabra que transmitía llegaba a lo más profundo del corazón de los ahí reunidos, así se comenzó a dar a conocer lo que llegaría a ser la obra espiritual. De esta manera fueron entregadas las primeras cátedras de Elías a esas familias, la palabra que recibían en cada reunión los confortaba, cada vez invitaban a más de sus conocidos a que escucharan el prodigio que ahí sucedía. 

Quisieron acondicionar un lugar más grande para que más personas pudieran escuchar las cátedras que Elías daba por medio de Roque. Así en la casa de Roque se creó un lugar para un pequeño templo en el cual se reunían los amigos de la familia y poco a poco se reunían cada vez más personas para escuchar la palabra de Elías.

Se corrió la voz entre la gente y llego a oídos de un sacerdote, el cual no vio con agrado que hubiera gente asistiendo a escuchar una palabra distinta a la de la iglesia, oponiéndose a ello envió a unos hombres a prender fuego al pequeño templo. Todos los escritos que tenían de las cátedras de Elías fueron consumidos por el fuego, esto sucedió nuevamente en otro lugar donde también habían acondicionado para congregarse, al estar bajo la persecución de la iglesia se reunían en lugares más escondidos, como en casas y vecindades.

Entre los jóvenes que se congregaban Roque preparo a los que deseaban servirle a Dios como discípulos. En el año de 1968 se da la primera manifestación del espíritu de Jesús, en esa catedra se encontraba una mujer que venía muy enferma y al terminar la catedra de nuestro maestro esa mujer encontró la salud que tanto buscaba, salió de ese lugar sintiéndose mejor de cómo había llegado, este hecho se hizo muy popular y muchas personas empezaron a acudir a ese lugar en busca de la salud que no habían encontrado en los medios tradicionales. 

A la muerte de Roque Rojas los discípulos que tenía, unos continuaron y otros no, cada uno empezó a congregarse en diferentes lugares, tratando de continuar con lo que habían aprendido, siempre con un perfil bajo para no llamar la atención de la iglesia.

Así continuaron hasta que las leyes de reforma permitieron la libertad de culto. No obstante, los que pertenecían a estos templos continuaron desarrollándose en el anonimato por costumbre de esos tiempos.

¿Por qué VII sello de la obra espiritual?

Tendría yo alrededor de cuatro años cuando mi madre enfermó y comenzó a tener ataques de asma, estos se fueron agravando con los años, ella sentía ahogarse y necesitaba salir a buscar aire para respirar y tranquilizarse, su enfermedad no encontraba cura a pesar de visitar a diferentes doctores, los patrones de mis padres, que eran de origen español se ofrecieron a ayudarla y la internaron en el hospital español, sin embargo, no lograron encontrar la cura a su enfermedad.

En el vecindario donde vivíamos una señora, que vivía cerca y conocía a mi madre, se acercó y le dijo: “Catita si gusta la llevo a mi templo, ahí se va usted a aliviar”, siendo mi madre católica de nacimiento no acepto, pensando que hacer algo así traicionaría su fe. Su enfermedad continúo agravándose y un día, ya desesperada, toco la puerta de la vecina pidiendo que la llevara a su templo.

Comenzó a asistir regularmente y ahí poco a poco fue mejorando su salud, la palabra que escuchaba cuando visitaba el templo a curarse le agrado y continúo asistiendo. Ese templo cerro y mi madre comenzó a buscar otro templo donde escuchar la palabra de Jesús, siempre me llevaba con ella y así es que comencé a conocer la obra desde pequeño.

Para ese entonces mi madre ya había alcanzado un desarrollo espiritual que le permitía servirle a Jesús como portavoz, en algunos templos le permitían tomar el sitial y en otros no hasta que llegamos a un templo en donde no hubo objeción alguna para que sirviera de portavoz para nuestro maestro.

Cuando yo tenía siete años en una catedra de Jesús, que transmitía mi madre, al terminar su palabra Jesús dijo: “Acércate pequeña criatura…”, todos los ahí presentes se preguntaban ¿cuál pequeña criatura?, pues se encontraban reunidos solamente gente adulta, hasta que uno de ellos se percató de mi presencia y dijo: “¡El niño!”, entonces me acercaron donde mi madre ocupaba el sitial y Jesús mi maestro me marco en la frente un triángulo, como señal de que algún día yo formaría parte de su obra espiritual.

En el momento de acercarme no recuerdo que fue lo que me dijo al marcarme, pero después le dijeron a mi madre, los que habían escuchado, cuál había sido el mensaje: “Del tiempo al tiempo te dejare, pero llegado el tiempo serás conmigo”, al finalizar la catedra en la puerta de salida un hermano puso una silla y me paro en ella, todos al salir besaban mi frente y mis manos y me decían luz y progreso, cuando mi madre vio lo que todos hacían conmigo pregunto: ¿qué hacen con mi hijo?, el guía del templo le explico lo que había sucedido y mi madre agradeció a Jesús nuestro maestro por tener presente a su pequeño.

Transcurrieron los años de mi vida acompañando a mi madre, ella seguía yendo a los pequeños templos en casas y vecindades. A la edad de 21 años una noche en la madrugada me despertó una voz diciéndome: “El tiempo ha llegado…”, al despertar seguía escuchando el eco de esa voz en mi mente, desde ese día empezó en mí el deseo de iniciar un desarrollo espiritual para poder servir a Jesús mi maestro, esta inquietud que nació en mi se la comunique a mi madre y ella al principio dudo, puesto que nunca había expresado tener esa intención, sin embargo me dijo que me llevaría a un templo grande para que me prepararán, en ese entonces solo había dos el Templo de la Fe y el Templo del medio día del VI sello.

Fuimos primero al Templo de la Fe y el guía José Pacheco me dijo que los desarrollos eran los días Miércoles a las 11 de la mañana, le respondí que no podía asistir a esa hora porque estaba en el trabajo, a lo que me contestó: “Si quieres desarrollar tienes que venir a esa hora”, con ese impedimento para mi desarrollo fuimos entonces al Templo del medio día, ahí la guía la señora Manuelita me dijo que los desarrollos eran los miércoles y sábados a las 5 pm, que podía asistir si así lo deseaba, los días miércoles no salía a comer para salir más temprano del trabajo y poder asistir al templo.

Ahí estuve tres años escuchando las cátedras y tomando un desarrollo que desafortunadamente no logré, éramos alrededor de unas 40 personas de distintas edades, el desarrollo consistía en sentarnos frente a la escala y cerrar los ojos, tratando de concentrar la mente, la mayoría de las ocasiones a los que lo intentábamos nos ganaba el sueño y nos quedábamos dormidos, la guía nos despertaba y esa era toda la ayuda que recibíamos para nuestro desarrollo.

En esos años mi madre se congregaba en un pequeño templo de una vecindad en la calle de Colombia, ahí las cátedras eran a las siete de la noche, yo pasaba por ella cuando salía de trabajar, después de unos meses un día que pase por ella, encontré a la hermandad fuera del lugar, y me dieron la noticia de que se cerraría el templo por problemas entre la guía y la dueña, éramos como 10 hermanos preguntándonos en ¿dónde podríamos seguir congregándonos?

En la casa de mis padres me habían ofrecido un pequeño espacio donde podía construir un departamento, tendría yo 18 años cuando me lo dieron, porque pensaba casarme a esa edad, sin embargo no se llevó a cabo ninguna boda y lo que había iniciado de construcción se quedó en obra negra por años, entonces le dije a mi madre que utilizáramos ese espacio que, había quedado a medias para construir un pequeño templo con la ayuda de los demás hermanos, ella acepto y se lo comunicamos a los demás, ellos aceptaron y entre todos ofrecimos un granito de arena para iniciar ese templo, de esta forma comenzamos a acondicionarlo poniendo ventanas, una puerta, vigas, tablas, láminas de asbesto para el techo, el piso era de tierra y las paredes de ladrillo.

Ya avanzada la obra le comunique a la guía Manuelita que quería poner un templo para Jesús nuestro maestro y que me permitiera pedirle en un alba de gracia una rama de su obra espiritual, fijamos un día y en una catedra por la tarde Jesús nuestro maestro me concedió derivar una rama del VI sello, implantando así el VII sello de la obra espiritual, como una semilla para cuidarla y que floreciera como un árbol, para dar sombra a nuestros hermanos.

Durante mis inicios había escuchado muchas cátedras en los distintos templos, y me había acostumbrado a ella, en la mayoría de los templos era siempre el mismo mensaje, cuando se dio la primera catedra en nuestro templo un 26 de junio de 1956, la palabra de mi maestro era la misma que había escuchado en otros templos. Mi madre al tener ya su propio lugar alcanzo una preparación y un desarrollo más profundo y sensible, así tres años después en 1959 en un catedra de domingo, mi maestro dio su palabra por medio de mi madre de una manera distinta tan profunda, tan llena de espiritualidad que me hizo llorar, fue la primer catedra que difería por completo de todas las que había escuchado a lo largo de mi vida, sin poder retener esa catedra en mi mente se perdió, en los templos grandes había un hermano que escribía las cátedras mientras sucedían, así conservaban la palabra que expresaban los portavoces.

Las cátedras continuaron con la misma profundidad y el mismo amor, y al no tener un hermano que escribiera lo que sucedía, surgió en mi la idea de comprar una grabadora, pedí dinero prestado y fui a comprar una Telefunken de cintas de carrete, así comencé a grabar las cátedras de Jesús mi maestro por medio de mi madre, las grababa, las escuchaba y después las transcribía a mano para pasarlas en limpio en una máquina de escribir.

Así del año 1959 hasta la muerte de mi madre grabe las cátedras que mi maestro dio a través de ella, las cátedras del primer libro de esta obra surgen de ese periodo en el que mi madre alcanzo un profundo nivel de espiritualidad. A la muerte de mi madre seguí trabajando en mi desarrollo pero nunca alcance una elevación como la de mi madre, mi facultad no era el desprendimiento, era a través de la intuición, el mensaje de la palabra de Jesús llegaba a mi mente y yo lo repetía para nuestros hermanos, no me era agradable la facultad que yo tenía y le pedía a Jesús mi maestro que me permitiera el desprendimiento de mi espíritu para poder transmitir las cátedras como lo hacía mi madre, la respuesta fue que mi facultad siempre seria la intuición y debía concentrar mi mente con gran disciplina para poder servir como portavoz.

La transmisión de los portavoces de la palabra divina por medio de la intuición no es tan profunda como la palabra de los portavoces por desprendimiento, porque la intuición requiere demasiada concentración y disciplina para poder transmitir la palabra divina lo más clara posible, además de que puede haber huecos en lo que entiende el portavoz y pueden llenar esos huecos con palabras de su propia índole tergiversando un poco la palabra que llega a su mente, a diferencia de cuando es por desprendimiento que la luz divina cubre la envoltura y la mente del portavoz haciendo que la palabra este llena de amor bondad y sabiduría.

Las cátedras por medio de desprendimiento se volvieron a dar en nuestro templo hasta que mi hija Martha logró su desarrollo espiritual para poder servir como portavoz para Jesús nuestro maestro, María nuestra madre, Elías nuestro guía y pastor, y Jehová nuestro Dios y creador.

Habían trascurrido 66 años sin que el templo cerrara sus puertas desde sus inicios, cientos de personas encontraron la caridad de nuestro Dios, la salud, el trabajo, la paz. Desafortunadamente en la pandemia que inicio en marzo de 2020 como todo, el templo cerró por primera vez sus puertas.

Así eran congregándose mis hermanos dentro de una casa como en los inicios de la obra, es un sitio pequeño en el que solo caben 30 personas, y en ese lugar recibí todo lo que mi eterno padre en su infinita bondad me ha entregado.

VII Sello de la Obra Espiritual 2022

Dirección: Calle 14 #22 Colonia Moctezuma 2da sección. Delegación Venustiano Carranza

Horario de Lunes a Viernes de 18:00 a 21:00 hrs.